Noticiero del Beisbol de Grandes ligas

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Comenzo la temporada del 2010

sábado, 25 de diciembre de 2010

Lo bueno y lo malo!


'El Rey Félix' rompió el molde

La discusión por el Cy Young de la Liga Americana marcó el año 2010 en Grandes Ligas

Ignacio SerranoPor Ignacio Serrano
ESPNdeportes.com
Archivo
El heraldo de la nueva era nació en Valencia del Rey, ganó 13 juegos este año y es el mejor lanzador del beisbol.
Félix Hernández fue, durante meses, sujeto de discusión acerca de sus méritos para ser premiado como uno de los mejores peloteros de 2010 en las grandes ligas. Al final del camino, pudiera haber hecho mucho más que conquistar el Cy Young. Podría haber contribuido a cambiar la historia de las estadísticas en la pelota.
Hernández cumplió 24 años de edad cuando la campaña apenas comenzaba, el 8 de abril. Un año atrás, lideró la Liga Americana en juegos ganados, pero perdió el galardón a manos de Zack Greinke, un pitcher con mejores estadísticas que él, pero menos victorias. Bastante menos.
Aquella derrota sentó las bases para el éxito posterior del valenciano de los Marineros de Seattle, cuyo nombre fue citado como nunca en las páginas de los diarios, sitios web y transmisiones de radio y televisión, a menudo con la pasión derivada de las discusiones sustantivas.
¿Quién merece llevarse el Cy Young? ¿Un monticulista con números excepcionales, pero pocos triunfos? ¿O un serpentinero con muchos ganados y un balance estadístico al menos adecuado?
Los analistas angloparlantes parecieron ponerse pronto de acuerdo; salvo contadas excepciones, cerraron filas alrededor del "Rey Félix".
Fue entre sus paisanos latinoamericanos donde el derecho encontró mayor resistencia.
El nuevo análisis del juego, bautizado "sabermetría" por su relación con la Sociedad de Investigadores del Beisbol (SABR, por sus siglas en inglés) caló hace mucho en el norte, al punto de sentar nuevas verdades aceptadas mayoritariamente por la actual generación de periodistas y reporteros que cubren las incidencias de la gran carpa.
Verdades como que los errores no dicen todo sobre la defensiva de un jugador.
Que el promedio de embasado es aún más importante que el average de bateo.
Que las carreras impulsadas son el logro de varios contribuyentes, no el mérito único de un toletero.
Y, especialmente, que los juegos ganados son una estadística colectiva, no individual.
Una regla que permite a un pitcher anotarse una victoria, a pesar de lanzar poco o lanzar mal, y que decreta una derrota para un tirador capaz de lanzar bien, conlleva una injusticia que es posible remediar, ampliando el espectro del análisis.
Nunca ese espectro se amplió tanto como entre agosto y noviembre de este año.
Desde la primera vez que Hernández fue propuesto como el candidato ideal al Cy Young hasta su coronación por abrumadora mayoría, la diatriba tomó forma y aparecieron las columnas justificando porqué el mejor no es necesariamente el que reúne más laureles.
El "Rey Félix" se impuso al final, para regocijo de la causa sabermétrica, aunque un lúcido Joe Posnaski firmó el festejo con una advertencia: el venezolano no necesitó nuevas siglas para imponerse; su trabajo fue tan extraordinario, tan lejano al de sus rivales, que bastó con analizar sus estadísticas tradicionales para coronarle.
Hernández ganó porque ponchó a muchos, porque recibió pocos hits, porque limitó los extrabases, porque entregó pocos boletos. Ganó porque sumó más innings que nadie, porque acumuló cantidades notables de juegos completos, blanqueos y aperturas de calidad.
El WHIP, WAR, y VORP del diestro también fueron brillantes. Pero nadie echó mano a esas cifras para justificar su elección.
El premio de Hernández no fue un premio a la sabermetría y, sin embargo, nada volverá a ser igual después de él, porque un nuevo sistema de pensamiento se ha impuesto: ese cuya búsqueda del mejor individuo lleva a aislar, en lo posible, las variables que no dependen de ese individuo en cuestión.
Félix, sin proponérselo, terminó el año como el heraldo de ese nuevo tiempo que ha llegado.

DE NEFTALÍ FÉLIZ A ALBERT PUJOLS

Neftalí Féliz creció como abridor en las granjas de los Bravos de Atlanta y los Vigilantes de Texas, pero su desempeño como relevista en 2010 fue tan notable, que no sólo le dio premios y reconocimientos, sino que parece haberle atornillado al bullpen, a pesar de haber perdido los texanos a su as principal, Cliff Lee.
Féliz se adueñó a destiempo del rol de cerrador de su novena. No estaba previsto que ocupara el puesto de Frank Francisco, pero terminó como uno de los mejores apagafuegos del beisbol, asistió al Juego de Estrellas, salvó 40 encuentros y dejó 2.73 de efectividad, con 0.88 de WHIP.
El dominicano fue uno de los motivos por los que los Vigilantes llegaron hasta la Serie Mundial por primera vez. Obtuvo el premio al Novato del Año en la Liga Americana y tiene a mucha gente especulando ahora sobre el mejor modo de aprovechar su talento, mudándole a la rotación.
Otro quisqueyano, Albert Pujols, estuvo entre lo más granado de las mayores, una vez más. Quedó muy cerca de ganarlo todo, pues obtuvo el Guante de Oro, el Bate de Plata y fue segundo en la votación al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, detrás de Joey Votto.
Otros cuatro astros ganaron el Guante de Oro y también el Bate de Plata este año: Troy TulowitzkiCarlos GonzálezJoe Mauer y Robinson Canó. Fue la primera gran campaña para González y Canó, quienes se convirtieron en piedras angulares en sus divisas, los Rockies de Colorado y los Yankees de Nueva York.
La temporada terminó en noviembre, a pesar de los votos del comisionado Bud Selig, quien busca el modo de lograr que el último out de cada torneo, en el futuro, caiga en octubre.
El héroe final del campeonato fue el colombiano Edgar Rentería, otro latinoamericano con un aporte especial, elegido Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en el año en que Félix Hernández ayudó a reescribir el modo en que analizamos el beisbol.

1 comentario:

maelarrias dijo...

interesante iniciativa bloguera, estamos a la orden para lo que sea bueno... saludos...