Andrus cambió a los Vigilantes
SAN FRANCISCO -- Los Vigilantes de Texas de hace una década. ¿Se acuerdan de ellos? Eran un equipo temible que anotaba sus carreras por montones y a golpe de batazos largos, la especialidad de hombres como Juan González, Rafael Palmeiro e Iván Rodríguez.
Pero nunca ganaron una serie de postemporada, incapaces de producir racimos de carreras cuando se toparon con pitcheo superior.
El estilo cambió radicalmente con la llegada de Ron Washington, un manager que de inmediato impuso su preferencia a favor del vértigo y la velocidad en las bases.
Elvis Andrus, el campocorto venezolano de 22 años, es el símbolo de ese giro.
Y no es ninguna casualidad que los Vigilantes estén en su primera Serie Mundial gracias al desempeño de Andrus, quien ha dado de hit en los 11 partidos que han disputado y se ha robado siete bases.
Aparte de su talento prodigioso, Andrus asumió el desafío de su debut de postemporada con descaro total.
• El robo del plato en el primer inning del partido posterior a una debacle que se suponía destrozaría anímicamente a los Vigilantes, que habían perdido el primer juego de la serie de campeonato de la Liga Americana contra los Yankees.
• La carrera que anotó en el quinto juego de la serie de primera ronda ante Tampa Bay, en la que corrió desde la intermedia cuando el pitcher David Price fue a cubrir la inicial y le perdió de vista.
• También está su destreza en defensa, cuando limitó el daño de una amenaza de los Yankees en el cuarto juego al fildear una exigida roleta para luego forzar en tercera a Robinson Canó.
"Así somos los Vigilantes. Todo el tiempo queremos jugar agresivos pero también inteligentes en las bases", dijo Andrus a The Associated Press. "Que el lanzador este más pendiente de ti, así pierde la concentración en el bateador".
Según Andrus, todo se facilita al tener atrás a bateadores como Michael Young, Josh Hamilton, Vladimir Guerrero y Nelson Cruz.
"Me encanta llegar a la base. Ese es en realidad mi trabajo", dijo. "Y con la calidad de bateadores que tenemos, la mayor parte lo pagan".
Andrus como bujía ha anotado en la primera entrada en cinco de sus 11 juegos esta postemporada.
"Prende la mecha y crea caos", comentó Cruz.
Andrus llegó a Texas en la transacción que envió a Mark Teixeira a los Bravos en 2007.
Tras año y medio en las sucursales de los Vigilantes, Andrus se ganó la titularidad del campocorto como un novato de 20 años en 2009, forzando que Young pasara a la tercera.
En su primera campaña, Andrus bateó para .267 y se robó 32 bases. Sus números de este año, en el fue elegido para el Juego de Estrellas, fueron casi idénticos, con .265 de promedio y 33 robos. Fue el primer jugador de Texas con 30 robos en campañas consecutivas desde Tom Goodwin en 1998-99.
No todo es perfecto.
Andrus es propenso a pecar con su agresividad y ello se palpó en el quinto juego cuando, con su equipo abajo en la pizarra, Kerry Wood lo sacó out en segunda al sorprenderlo desprendido de la base.
Washington ha aprendido a medir lo bueno y malo, guardando paciencia hacia alguien que realmente sigue aprendiendo el oficio.
"Lo que tiene Elvis, cuando está en lo suyo, es que se cree invencible. Eso es lo que a veces provoca nuestra forma de jugar, pero no por eso vamos a dejar de hacerlo", dijo Washington. "Se aprende del error y seguimos adelante".
Los Vigilantes fueron este año más estrictos con el mal hábito de Andrus de ser sorprendido en robo, un total de 15 veces en la campaña regular. Le dieron una especie de ultimátum para que aprendiese de sus errores. Es más, Washington decretó que sólo podría salir un robo con su visto bueno.
"Se aprende más de los errores y en esta postemporada he sido más responsable", destacó Andrus.
"Los pitchers saben que voy por el robo, que voy a correr. La clave aquí es saber cuándo es el momento apropiado".
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