Noticiero del Beisbol de Grandes ligas

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Comenzo la temporada del 2010

jueves, 15 de julio de 2010

A tratar de mantenerse en la punta.





Desea demostrar la calidad de su equipo

Tras repunte, Ozzie busca ganarlo todo con los White Sox


CHICAGO - Pensar que los Medias Blancas de Chicago iban a finalizar la primera mitad de la temporada como los líderes de la División Central de la Liga Americana era un pronóstico que pocos se hubieran atrevido a dar hace un mes. Es por ello que hasta el propio manager del conjunto, Ozzie Guillén, está sorprendido.

Sin embargo, el asombro del estratega venezolano no es en sí por falta de confianza en su equipo, pues siempre creyó en él y lo defendió, sino por lo rápido que llegó a la cima. Y es que para el ocho de junio los Medias Blancas atravesaban por su peor momento de la temporada, llegando a estar nueve juegos (24-33) por debajo de .500 y a nueve encuentros y medios de la primera posición de su división, que estaba en posesión de los Mellizos de Minnesota.

"Siempre tuve el optimismo de que íbamos a mejorar, porque peor de lo que estábamos jugando no lo podíamos hacer, y así ha sido. Lo importante es que debemos estar conscientes de que aún nos falta mucho por jugar y que debemos mantener nuestro foco, que el estar en el primer lugar ahorita no significa nada si al final de la temporada no seguimos en esta posición. Eso se lo he dicho a mis peloteros", dijo Guillén, quien no se olvida de los malos momentos vividos en el inicio de la campaña.

Durante los dos primeros meses de la temporada, los Medias Blancas fueron el equipo que menos bateó en Grandes Ligas, alternándose con los Astros de Houston. En esa etapa hubo momentos en los que seis de los jugadores regulares del equipo (Gordon Beckham, Alexei Ramírez, Carlos Quentin, A.J. Pierzynsky, Juan Pierre y Mark Teahen) tuvieron promedios de menos de .200.

Además su pitcheo, que se calificaba como su carta fuerte para contender por la división, no funcionó de la forma esperada, al no contar con eficientes trabajos de Jake Peavy, Gavin Floyd y Mark Buehrle, lo que sobre cargó de trabajo al bullpen que también llegó a fallar.

"Lo que vivimos al principio de este año ha sido una de las cosas más difíciles que he vivido en mi carrera, porque realmente teníamos un gran equipo y cuando lo revisaba no podía entender por qué estábamos jugando tan mal, no sabía qué pasaba", expresó el estratega, quien agregó: "Sin embargo, poco a poco las cosas se fueron mejorando, los muchachos nunca se rindieron y comenzamos a ganar hasta llegar a esas buenas rachas que hemos tenidos".

A partir del nueve de junio los Medias Blancas dieron un cambio de rumbo a su mediocre temporada y comenzaron a demostrar por qué fueron considerados, al inicio de la campaña, uno de los equipos más sólidos de su división, junto con los Mellizos y los Tigres de Detroit, con los que comparten hoy el primer lugar.

Desde esa fecha, en la que se midieron a los Tigres y los vencieron 15-5, los South Siders registran la mejor marca de las mayores, con 25 triunfos en 30 juegos. En esa cantidad de victorias están inmersas dos cadenas de triunfos, una de 11 y otra de nueve, que mantienen en estos momentos.

"No hay una única clave para esta reacción que hemos tenido. Todos han puesto de su parte. El equipo despertó por completo, el pitcheo ha estado sólido, la ofensiva ha sido más oportuna y la defensa más consistente. Obviamente es difícil mantener un ritmo así, pero lo importantes es que ya los muchachos tomaron la confianza en sí mismo y saben que pueden hacer lo que ellos se propongan.

Yo siempre les he dicho a mis peloteros que tengan como propósito hacer quedar mal a toda esa que no cree en ellos y que no los toma en cuenta, ese es un buen incentivo para jugar bien", contó Guillén, quien reconoció el trabajo hecho por Paul Konerko, Alex Ríos, Carlos Quentin, Omar Vizquel, Freddy García y Tony Peña, su jugar más valioso, durante la primera mitad de la temporada.

En estos momentos los Medias Blancas batean colectivamente para .254 -el quinto más bajo de la liga, pero el mayor promedio que ellos han logrado registrar en lo que va de temporada-, y la efectividad global de su staff de lanzadores es de 3.99, la sexta mejor del circuito. Defensivamente son, además, el cuarto mejor conjunto, con sólo 47 errores y un porcentaje de fildeo de .986.

El estratega reconoce que los triunfos adquiridos en el último mes y la mejora en el juego de su equipo no han borrado todo lo malo de la primera parte de la temporada, ya que los juegos perdidos aún están y estarán ahí hasta el final. Sin embargo, reconoce que han servido para cambiar y ratificar la confianza de sus peloteros, ya que "no es el mismo sentimiento venir al estadio cuando estás ganando a cuando estás perdiendo".

Guillén aseguró haberse sorprendido por la fortaleza que sacó su equipo en medio de toda la atmósfera gris que lo rodeaba y de la cual su dirigente era uno de los objetivos en los que recaía la presión y la responsabilidad.

"En el peor tiempo este equipo se unió más, los peloteros nunca vieron hacía atrás y nunca se criticaron unos con otros, simplemente tomaron el problema de una manera responsable y por eso creo que estamos donde estamos. Eso nos hizo más fuerte y ahora lo estamos demostrando", dijo el venezolano, quien llevó al campeonato mundial a la organización en el 2005, su segundo año al frente de ella.

Ese es un logro que Guillén quiere repetir esta campaña. "Este es el año en el que yo más quisiera ganar el título, porque de la manera en la que nosotros empezamos la temporada no iba a hacer fácil para recuperarnos y lo hemos hecho. Además hubo mucha gente que nos echó tierra y que no confió en nosotros, personas para los que no servíamos y que ahora dicen que somos lo mejor del mundo. Pero así es esto", expresó el dirigente.

Para lograr tal objetivo los Medias Blancas deben, primero, sortear los obstáculos que les podrán en el camino los Mellizos y los Tigres, conjuntos ante los que les restan 14 y 15 encuentros, respectivamente.

"Estoy completamente seguro de que tengo el equipo para ganarle a ellos la mayor cantidad de esos juegos. Eso será algo clave para la clasificación a la postemporada, aunque no definitorio", aseguró Guillén, quien al regreso del Juego de Estrellas viajará a Minnesota con su equipo para medirse a los Mellizos en una serie de cuatro encuentros.

Para la segunda mitad de la campaña los Medias Blancas deben hacer algunas modificaciones para suplir bajas que se les han presentado, la más importante la de Peavy, quien va a estar fuera de la temporada por lesión.

"Encontrarle un sustituto a Peavy será algo muy importante, pero confió en que Daniel Hudson puede hacer ese trabajo y me gustaría que lo hiciera porque es un muchacho que ha crecido en esta organización y que representa nuestro futuro. Tengo mucha confianza en que él lo puede hacer, si lo logra y nuestro pitcheo se mantiene como ha estado en el último mes nosotros ganamos seguro.

No sé si cómodos, pero sí vamos a ganar porque tenemos diferentes formas de hacer carreras. Además la unión de este equipo, el respeto que se tienen unos a otros vale mucho", dijo Guillén, el tercer manager con más triunfos en la historia del equipo.

El estratega venezolano recalcó lo importante y necesario que es para el equipo el despertar ofensivo de Andruw Jones, ya que en la segunda mitad está seguro de que se van a enfrentar a muchos zurdos y no pueden dar las mismas ventajas que dieron durante el inicio de la campaña, cuando el equipo no encontró a alguien que produjera en el puesto de bateador designado.

"Este equipo está listo para pasar ya a los play offs, pero si queremos ganar el campeonato debemos mejorar esas pequeñas cosas que nos faltan y prepararnos bien. Yo tengo confianza y estoy seguro de que lo podemos hacer, pero no nos podemos confiar ni descuidar, porque aún falta mucho", dijo Guillén.


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