Tratando de ser impredecible.

 


Halla el éxito con un repertorio expandido

Johan Santana hace ajustes para ser menos predecible 


NUEVA YORK -- Cada cinco días, los aficionados sabían qué podían esperar de Johan Santana. 

Cuando el venezolano subía a la loma, todos sabían que escasearían los imparables y las carreras y que sobrarían los ponches. La mayoría de las veces, el dos veces ganador del premio Cy Young en la Liga Americana se apuntaba una victoria. 

No había incertidumbre alguna. Santana miraba hacia el plato por encima de su guante, sostenido a la altura de la barbilla, y todo el mundo sabía lo que estaba a punto de suceder. 

Su recta, rozando las 95 millas por hora, sería seguida por un lanzamiento en cambio de aproximadamente 80 mph. Hasta los bateadores ya sabían lo que venía. 

"He telegrafiado mis pitcheos durante toda mi carrera," dijo Santana este año. 

Cuando estaba con los Mellizos, Santana era predecible y consistentemente dominante. Hasta se puede decir que era aburrido, que quizás sea la mejor manera de halagar a un abridor. 

El zurdo encabezó las Grandes Ligas en varios departamentos en cada una de sus primeras temporadas completas como abridor del 2004 al 2006. En dos de esas campañas, terminó con el mejor promedio de carreras limpias. 

En su primera temporada con los Mets, volvió estar primero en esa categoría y acumuló más de 200 ponches. 

Pero la temporada pasada, Santana lanzó sólo 166 2/3 entradas antes de verse obligado a someterse a una cirugía para remover astillas de hueso del codo derecho. A raíz del procedimiento quirúrgico, perdió velocidad en su recta y apenas la está comenzado a recuperar. 

"Creo que su recta tiene un poco más de vida ahora", comentó el manager de los Mets, Jerry Manuel, quien espera que Santana vuelva a ser predecible y si es necesario, aburrido. 

Así fue del 13 de mayo al 2 de junio, cuando el oriundo de Tovar permitió solamente tres carreras limpias en 36 2/3 entradas. Pero posteriormente concedió cuatro vueltas o más en cada una de sus siguientes cuatro aperturas. 

Santana tocó fondo el 26 de junio contra su ex equipo. Los Mellizos le anotaron cinco carreras en seis entradas y parecían saber de antemano qué lanzamientos Santana iba a tirar. 

A los 31 años de edad, Santana ya no es tan joven y su recta de 91 mph en estos momentos no es tan rápida como en años anteriores. Y por más lanzamientos nuevos que hayan agregado, los Mets han ganado sólo ocho de sus 18 aperturas. A pesar de que tiene un promedio de carreras limpias respetable de 3.15, el equipo no puede fiarse cuando envía a su as a la loma. 

"Cuando eres bueno por mucho tiempo como lo ha sido él, la liga comienza a adaptarse", dijo el receptor de los Mets, Rod Barajas. 

Por lo tanto, Santana decidió adaptarse a la liga. Ser predecible ya no le estaba dando resultados y por lo tanto ya no considera aceptable dejarle saber a los bateadores cuál lanzamiento va a tirar. 

Ahora mantiene su guante a la altura de la cintura para esconder cómo tiene agarrada la bola y está recurriendo a su slider con más frecuencia. 

"A veces entras en un patrón--recta y cambio, recta y cambio. Tengo que tirar mi slider", dijo Santana después de permitirle cuatro carreras a los Mellizos en una primera entrada. "Hicimos el ajuste. Comencé a usar mi slider un poco más y a colocarlo en diferentes lugares". 

Santana está intentando ser impredecible y parece que la estrategia está funcionando. 

En la victoria de los Mets por 3-0 sobre los Rojos el 6 de julio, Santana lanzó toda la ruta por primera vez desde el 27 de septiembre del 2008. Blanqueó a la ofensiva de Cincinnati y también conectó el primer cuadrangular de su carrera. 

"Tomando en cuenta el jonrón, yo diría que ése ha sido el mejor juego de un abridor (de los Mets) en lo que va de la temporada", dijo Barajas. 

Y no fue ni aburrido ni predecible.